Narra Niall.
Hoy nos juntamos todos para comer en casa de mi madre, mientras que mi madre y Ruth están abajo preparando las cosas para cuando lleguen los demás, yo estoy en mi habitación esperando a que Liam me coja el teléfono para preguntar que tal va todo por allí, cuando me lo coje hablamos por un rato, cosas sin importancia alguna. Cuando bajo las escaleras para volver a la cocina con ellas me detengo detrás de la puerta escuchando a mi madre.
-La verdad, se le ve muy emocionado contigo. Nunca antes lo había visto así. ¿Me pasas esa bandeja?
-Quiero que sepas que lo quiero mucho, Maura pero a veces las cosas son complicadas y yo solo quiero lo mejor para él.- ¿Qué quiere decir eso? Las manos me empiezan a sudar.
-Créeme que lo mejor para él es alguien que lo acepte tal y como es y sé que tú lo haces.- Sonrio con esperanza a que Ruth diga algo positivo sobre lo nuestro.
-¿Me ves con él para toda la vida? No sé...¿me ves con él y un bebé?
-¿Dentro de unos años?.- No hay respueta a eso, ella no piensas en un nosotros dentro de unos años.- ¡Claro que sí! Con uno o con dos. Ruth, ¿no estás agusto con mi hijo? ¿su mundo te supera?.
-No es eso...
-Es normal cariño, a toda chica le asustaría su vida, pero si lo quieres tienes que luchar por él. Tú eres fuerte, puedes aguantar esto y mucho más.- No quiero escuchar más de la conversación, entro en la cocina como si nada y doy un beso a mi madre en la mejilla. Me siento en la mesa de la cocina y miro a Ruth sin que se de cuenta.- Niall, después de comer, ¿la llevarás a algún sitio?.- Ella no levanta la cabeza, se dedica a seguir pelando patatas para la comida.
-Sí, tal vez llame a algunos amigos y vayamos a algún pub. ¿Te parece bien Ruth?.
-Claro, vamos.- Aún no levanta la cabeza de la mitad de la patata cortada. Mi madre me mira y asiento con la cabeza, me entiende a la primera y sale de la cocina dejándonos solos.
Me levanto de la silla, me pongo a su altura y le quito el cuchillo de las manos haciendo que deje su tarea para otro momento.
-¿Qué ocurre? ¿No estás agusto aquí? Podemos...no sé podemos ir a un hotel si no te encuentras a gusto con la casa o con mi madre o podemos...- Me corta.
-Me encuentro bien aquí Niall. Tu madre es genial, me recuerda a mi madre, todo está bien...
-No lo creo.- Digo de forma seria.- ¿Soy yo el problema?.- Agacha la cabeza y después me devuelve la mirada.
-No, el problema soy yo.- Pero antes de que pueda decir nada mi hermano y su familia pasan por la puerta. Saludos y abrazos reinan por toda la casa, pero ni ella está bien, ni mucho menos yo.
Narra Harry.
-¿Y cuando decías que os vaís a Madrid?.- Pregunta Louis mientras los demás miramos la carta.
-Una semana antes del cumpleaños de Liam, volvemos en su cumple, por la mañana. ¿Iréis vosotras a algún lado?
-Eleanor quiere ir a París, como buena niña pija que es.- La mira con una sonrisa mientras ella pone los ojos en blanco.
-Ya sé de donde has sacado eso, te voy a prohibir que pases tanto tiempo con él. Aviso.- Me dice Jade haciendo que suelte una carcajada.- ¿Sabes algo de las chicas? Desde que Harry volvió no se nada.
-Claro es que el rizos quita mucho tiempo.- Bromea Louis.
-Danielle se ha ido unos días con Liam y su familia pero de las demás no sé nada. ¿Crees que se lo habrá dicho ya?.- Louis me mira con esa mirada que solo nosotros conocemos, espera, espera.
-¡Lo sabes!.- Digo señalándole, Eleanor rapidamente gira la cabeza hacia él abriendo mucho los ojos en modo de advertencia.- ¡Tú se lo has dicho! ¡Él lo sabe Jade!.
-¡Eleanor!.- La dice con un gesto fruncido.
-¿Él también lo sabe?.- Me señala.- No tienes derecho a reprocharme nada, ¡él lo sabe!.
-Se lo tuve que contar porque Ruth le dijo a Niall que era yo la que iba a tener un bebé para salvar su culo. Niall se lo iba a decir, no podía arriesgarme a perderlo. ¿Tienes una escusa como esa?.- Los tres miramos hacia ella esperando una explicación, pero no la tiene y Louis intenta ayudarla.
-Soy su novio, no tenemos secretos...No se lo voy a decir a nadie.
-No si a este paso no va a hacer falta porque ya lo sabemos todo excepto dos.- Comenta Eleanor mirando hacia su plato...
-En realidad esto tiene su gracia, todo el mundo se entera menos el padre.- Dice Louis intentando no reir pero no causa efecto y al final terminamos los cuatro riendo.
Después de comer ellos se fueron a su casa y nosotros fuimos a la mía, cuando llegamos nos tumbamos juntos en el sofá y en menos de media hora se quedó dormida. Me levanto sin hacer ruido y voy al baño grande a llenar la bañera para los dos, cuando está listo le echo gel para que se llene de espuma y voy al encuentro de Jade que sigue dormida en el sofá.
-Cariño.- La llamo acariciándola el pelo.
-Harry...como me hayas despertado para decirme que quieres un gato como todas las mañanas olvídalo.- Dice con voz de dormida, suelto una carcajada y hago que se ponga de pie.
-Juro que no es eso.- La doy un beso en los labios.- Sígueme.- La cojo de la mano y la guio hasta el baño, dejo que pase primero y yo por detrás la cojo de la cintura apoyando mi barbilla en su hombro.
-¿Por qué has hecho esto?.- Se vuelve con una sonrisa. Me encojo de hombros.
-Porque te quiero y me gusta demostrártelo.- Pasa los manos por mi nuca y me da un beso apasionado, pero una de sus ideas la hace parar y salir corriendo hacia los cajones de la cocina.-¿Dónde vas?.
-¡Velas Harry, faltan las velas!.- Rio desde arriba y elevo la voz para que me escuche.
-¡Tercer cajón de la cocina a la derecha!.- Me voy quitando los pantalones y la camiseta, ella sube con velas y un mechero y las enciende por el baño, después apaga la luz y se quita los pantalones, cuando se va a quitar la camiseta la agarro las muñecas con delicadeza.-¿Puedo?.- Sonrie asintiendo, le cojo el bajo de la camiseta, ella levanta los brazos y tiro de ella hacia arriba. La doy un beso en los labios.
-¿Voy a por el bañador?.- Dice riendo.
-Tráete también los manguitos si quieres.- Le digo con el ceño fruncido, ella suelta una carcajada y acto seguido se deshace de la parte de arriba. Instantes después se ha desecho de todo lo demás y se mete a la bañera dejándose caer hacia atrás con un suspiro, con la mirada me dice que me acerque a ella. Me quito la prenda que me falta y de dejo caer enfrente suya, ella con los ojos cerrados y yo acariciándola sus largas piernas de bailarina.
-¿Crees que esto mejorará algún día?.- Abre los ojos para mirarme.- ¿Algún día dejarás de causar esta sensación en mí cuando me tocas?.- Me encojo de hombros riendo y me deslizo por el agua hasta quedar encima de ella, apoyándome en mi antebrazos para no hacerla daño. Me echa el pelo hacia atrás con sus suaves dedos, me da un beso cálido en los labios y me muerde el cuello.
-Eres peligrosa, no me hago responsable de mis actos.- Me hace callar con un beso largo. Muy largo. Y caricias por todo el cuerpo.
-Sabías que iba a pasar, has preparado todo esto porque sabías que iba a caer rendida a tus encantos.
-¿Confías en mí?
-Ya lo hice una vez.- Asiente con la cabeza.
-Esto no va a ser ni parecido.- La volvía a besar, después cada uno se pudo a la tarea de explorar el cuerpo del otro con caricias y besos. Cuando estuve seguro de que ella estaba lo suficientemente preparada cojí un preservativo del cajón de baño, cuando iba a usar mis dientes para romper el envoltorio ella me lo quitó de las manos y dijo.
-Que no se te vuelva a ocurrir abrir un preservativo con los dientes, no nos vaya a costar un disgusto.- Me reí ante el cuidado que le ponía a todo, lo abrió con las manos y me lo colocó haciendo que soltara un gémido. Entro en ella con rapidez para luego continuar más despacio mientras ella besa mi cuello y me acaricia la espalda.
-Harry...- Suspira. Entro una vez más en ella y ambos nos desplomamos. Cuando sobro la respiración me pongo debajo de ella de manera que ella se tumba en mí con nuestras piernas entrelazadas. No sé cuanto tiempo estuvimos así, acariciándonos mutuamente, pero como sea, no quiero que nunca acabe.
Narra Zayn.
-¿Qué haces en la puerta ya?.- Digo acercandome a ella y dándola un abrazo en forma de saludo.
-No quiero el numerito de mi madre, ya sabes como se pone...
-¿Qué le vamos a hacer si piensa que soy el hombre de tu vida?.- Digo riendo a lo que ella me pega un golpe en el brazo.
-Vámonos, quiero estar en primera fila...- Nos montamos en el coche y durante el viaje la pregunto.
-¿Vas mucho a las carreras?
-Ahora no tanto, de pequeña iba con mi abuela todas las semanas, no sé como lo hacía pero siempre siempre ganaba el caballo que elegía. Murió hace seis meses.- Suelta una leve sonrisa con dolor.-Me acuerdo tanto de ella...Pero bueno, dirás que a ti no te importa.- Hace un movimiento con la mano restándole importancia.
-Noo, sigue, sigue contando cosas de ella. Debía ser una abuela increíble.
-Para mí lo era...siempre llevaba caramelos de miel en los bolsillos y contaba historias divertidas de cuando era pequeña y vivía en el campo. Yo era su única nieta, así que éramos las que estábamos más unidas. ¿Sabes esa persona que te hace sentir bien siempre? Hasta tiene su propio olor característico que lo puedes llegar a oler a dos metros de distancia. Bueno, esa era mi abuela. ¿Tú tienes a esa persona?.- ¿Tengo a esa persona? ¿Es importante tener ese tipo de persona? Quiero mucho a la gente que me rodea, pero no, no tengo ese sentimiento hacia nadie. Cosa que me sorprende, si se supone que yo soy mayor debería saber más sobre querer a la gente, pero no es así.
-Realmente eres alguien increíble...- Digo sin dejar de mirar la carretera, ella rapidamente gira la cabeza hacia mí. Creo que no ha podido creer que le dijera eso. El resto de camino hubo un silencio cómodo, al menos para mí. Cuando llegamos ella me guió a elegir el caballo para apostar y después sentarnos en la primera grada.
-Mira Zayn, ahí está el que hemos elegido, el número seis.- Me señala con el dedo para que lo vea y asiento con la cabeza volviéndonos a sentar esperando a que empieze la carrera.
-Lo de antes realmente lo decía en serio...
-No he dicho que no lo sea.- Se aparta el pelo de la cara.- ¿Qué tengo que responder a eso? ¿Gracias tú también?.- Se encoje de hombros.
-No hace falta que respondas, solo quiero que lo sepas.
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