Narra Anne.
-¿Has pensado pareja para el baile ya? ¡Que quedan tres días!
-No tengo, pero bueno tampoco me apetece, así que me quedaré en casa viendo comedias románticas y comiendo pizza mientras me doy cuenta de lo poco que gusto a los chicos.- Claro que me apetecía ir, pero no con cualquiera, si no con Zayn y yo ya sabía cual era la respuesta.-¿Vas a ir con Marc?
-¡Sí! Ay...estoy muy nerviosa, ¿sabes? me gusta mucho...- Como para no saberlo, llevaba todo el santo año repitiéndomelo y nos teníamos que sentar cada recreo en frente de las canchas de baloncesto para verle.- Y eso de que te quedas en casa, ¡ni lo sueñes!. ¿A que no sabes quién te lo quiere pedir?...- Espera unos instantes dándole un poco de emoción, algo que realmente me importa poco.- ¡Tom! El mejor amigo de Marc, ¿a qué es genial?
-No mucho...sabes que no me gusta ese tipo, es demasiado...creido y arrogante.- Se escucha un quejido al otro lado del teléfono.
-Vamos a quedar esta noche para cenar. Los cuatro. Y vas a venir. Ya verás va a ser genial.-Me levanto de la cama de un brinco.
-¡No! ¡No voy a ir! ¡Ni muerta!.
-¿Por favor?. No será tan malo, por favor, por favor, por favor...-Tampoco le hizo mucha más falta convencerme, porque acepté casi al momento aunque sin gana alguna. Ya sé como va a ir la noche, mientras que ellos se lanzan miraditas, comentarios y risas tontas yo tenía que pretender que Tom me caía bien. Y no me caía bien, nunca me ha caido bien y jamás me va a caer bien, ¿qué cree? que porque su padre sea el dueño de una de las empresas más importantes ya tiene todo lo que quiera como...¿yo?. ¡Si hombre! Ni que fuera un premio.
-Bien, pues a las ocho donde siempre. ¡Ponte guapa!
-Que sí pesada, todo lo guapa que ese estúpido se merece, es decir iré en chandal y coleta, ¿vale?
-Jajajaja, que tonta...te dejo, mi madre dice que la ayude con la compra. Nos vemos, te quiero.- Cuando voy a salir por la puerta de la habitación el teléfono vuelve a sonar de nuevo.
-¿Sí?
-¿Hablo con la profesora de arte?.- Suelto una carcajada recordando ese día, me siento en la silla y la arrimo para mirar por la ventana, mientras esa sonrisa estúpida me sale en los labios.
-La misma, ¿necesitas clases?.- Digo siguiéndole el juego.
-Tal vez. ¿Quedamos esta tarde? Vamos donde quieras.- ¡Mierda! Golpeo la ventana con el puño.
-Me encantaría, pero no puedo...ya he quedado.- Noto como si la sonrisa que tiene al otro lado del teléfono desapareciese.- No tengo ganas pero se lo prometí a una amiga.
-¿Vas a estar de sujetavelas?.- Dice algo sorprendido.
-Algo peor. Hay...hay un fiesta de verano y hay que ir con pareja, digamos que mi amiga ya me ha asignado pareja...
-Oh, ehh, pues en ese caso pásalo bien...Ya quedaremos o no o no sé...
-¡Espera! ¿Quedamos mañana? ¡vamos a las carreras de caballos!
-¿Quieres ir a carreras de caballos?
-¿Tú no?
-Sí, si tú quieres vamos. Será divertido.- Noto como la sonrisa vuelve. ¿Y si se está enamorando de mí? Eso es practicamente imposible, estamos hablando de Zayn Malik. Métetelo en la cabeza Anne, él solo quiere que seáis amigos. Amigos. Punto.- Te recogeré mañana a las seis.
-Vale, hasta mañana...- Cuelgo el teléfono apoyándome en la silla y cerrando los ojos, en mi cabeza solo se repite un palabra una y otra vez, amigos, amigos, amigos. ¡Malditos amigos!
Narra Ruth.
-El móvil babe, no te lo vayas a olvidar.
-Que no, que no se me olvida...- Respondo cansada, lleva desde las seis de la mañana de acá para allá dando vueltas por casa, haciendo ruidos escandalosos y preguntando si lo llevamos todo. No quiero que piense que no quiero conocer a su familia, pero no en estas circustancias, si ya de por sí me da miedo el avión con un bebé encima no lo quiero ni pensar.
-Que te iba a decir Niall, ¿podemos pasar a comprar aceitunas antes de ir al aeropuerto?
-¿Aceitunas? ¿A las diez de la mañana?.- Me dice con una sonrisa de no entender absolutamente nada.
-¿Podemos o no pasar a comprarlas?.- Esa no era yo, era el antojo el que hablaba por sí mismo. Había soñado hasta con aceitunas, entraba a una habitación y una aceituna gigante me ofrecía pequeñas aceitunas en un platito, no quedó ni una.
-Claro, si es lo que quieres, pasamos.- Dice algo confundido. Después de unos minutos nos dirijimos a comprar la dichosas aceitunas y después al aeropuerto. Cuando quise darme cuenta nos faltaban cinco minutos para llegar a Irlanda, el tiempo pasa volando cuando no quieres que sea así, cada paso que daba hacía el taxi me ponía más nerviosa, si a eso le sumas fans y fotógrafos, tenía una angustia en el cuerpo incontrolable y no sé como lo hice pero lo controlé, sunpongo que por la verguenza que supondría vomitar en público.
-¿Estás nerviosa?.- Me pregunta Niall cuando estamos de camino en el taxi.
-Nerviosa es poco, ¿podría volver a casa?.- Digo con tono de broma, pero no lo pienso de broma. Me coje la mano y me da un beso en el hombro haciendo que me acerque a él.
-No te preocupes, va a salir todo genial, te van a querer tanto como lo hago yo.- Asiento levemente y le doy un dulce beso en los labios. Después de un rato Niall pagó el taxi, cuando bajamos y sacamos las maletas una mujer no muy alta, rubia y con una sonrisa salió de su casa corriendo hacia Niall.
-Niall hijo, que guapo, ¿estás más alto?.- Me quedo mirándolos con una sonrisa, ellos abrazados con una sonrisa y yo con las manos metidas en la chaqueta imaginando como sería la relación con mi madre si ahora estuviera con ella e inmediatamente pienso en como será la relación con mi futuro hijo, o bueno, hija. No, sería un niño, seguro.
-Mira mamá, esta es Ruth. Ruth, mi madre, Maura.- Me da un cálido abrazo, un abrazo que se siente como de madre. Las lágrimas amenazan con salir así que sin ser muy brusca me separo de ella volviendo a Niall y buscando su mano.
-Encantada de conocerla.- La digo con una sonrisa.
-Igualmente, pero nada de usted que somos familia. Vamos pasar.- Mientras que pasamos me sigue hablando.- Niall no nos habla mucho de ti, pero cuando lo hace, se le llena la boca de elógios hacia ti. Debes de ser una niña encantadora. ¿Cuánto os quedaréis?.- Cambia la vista a su hijo.
-Al final nos quedaremos solo tres días...- Demasiado para mí...
-¿Sólo? Eso es muy poco tiempo hijo...
-Lo sé mamá pero nos veremos antes de que se acaben mis vacaciones lo prometo.
-Bueno, vale...¿Queréis algo de comer o beber?
-¿Tienes aceitunas?
Narra Jade.
-¡Harry para! ¿No me vas a dejar salir de la cama por el resto del día?.- Digo soltando una carcajada.
-No nunca.- Me da un beso en los labios y se sumerge entre las sábanas haciéndome cosquillas hasta que llega a un punto con sus manos en el que me hace soltar un chillido agudo. Rápidamente le cojo la cara con las manos y hago que suba.
-Para el carro, amigo.- Pone las manos en alto con una sonrisa, me da un beso en los labios y se tumba a mi lado mirándome.-¿Qué piensas?.- Le quito un mechón de pelo de la frente. Sin decir nada me coje de la cadera y me sienta encima de él entrelazando nuestros dedos.
-Vámonos Jade, donde tú quieras, da igual. Los dos solos.
-¿De viaje?.- Asiente sin dejar de mirarme a los ojos.- No sé donde quiero ir, ¿cualquier sitio?
-Cualquier sitio, tú solo dilo y nos vamos.- Aparto la mirada de él para pensar unos instantes.
-Vámonos a Madrid.
-¿Madrid?
-Sí, la capital de España.-Suelto una carcajada.
-Ya sé donde está madrid, pero pensé que dirías algo más de niña pija como tú eres. Paris, Nueva York, Los Angeles...
-Que poco me conoces Harry de verdad.- Me levanto de la cama y voy hacia el baño para entrar en la ducha, pero antes de que pueda cerrar la puerta le tengo pegado a mi espalda y con sus brazos rodeándome la tripa.
-Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.- Me susurra en el oído haciendo que la piel de la nuca se me erize. Me giro para mirarle.
-¿Tuvimos sexo y no me enteré?
-No tuvimos sexo, ¿y?. Tú aceptaste ser mi novia, eso es mejor que el sexo.-Le cojo del cuello y me subo a él enredando mis piernas a su cintura besándole.
-Eres un mentiroso, pero aún así te quiero.- Digo entre beso y beso.
-Digo la verdad cariño.
-Está bien, entonces ¿iremos a Madrid?
-Lo arreglaré todo y nos iremos unos días.
-Bien, va a ser genial.- Digo mientras lo echo del baño para poder entrar en la ducha.
Narra Anne.
Cuando llegó la tarde y terminé de vestirme con unos pantalones vaqueros oscuros altos, una camisa de seda blanca y unos zapatos negros planos, cogí mi bolso y sali de casa rumbo donde había quedado con mi amiga Brigit y esos dos ímbeciles.
-Hola.- Digo todo lo amable que puedo.-¿Llego muy tarde?.- He de reconocer que salí diez minutos tarde para pasar menos tiempo en esa estúpida cena.
-Por ti esperamos lo que haga falta preciosa.- Se acerca me sostiene la cadera con sus manos y me da un beso cerca de los labios. Me alejo en cuanto puedo respirando fuertemente, no sé si había mencionada que desde que tengo uso de razón ha sido bastante baboso en lo que ha chicas se refiere.
Durante todo el camino al restaurante Brigit y Marc iban hablando por delante de Tom y yo, se les veía genial. ¿Me vería así yo con Zayn?, pregunta estúpida y sin venir a cuento. Tenía a Tom pegado a mi practicamente haciendo preguntas y comentarios estúpidos con esa sonrisa arrogante.
-Por no hablar del coche que me a comprado mi padre hace dos meses, cuando quieras te doy una vuelta por el centro.
-¿Lo ves divertido? El pasear en coche quiero decir. Hay que cuidar el medio ambiente, no pasees en coche si no es necesario. Ya que tu padre tiene tanto dinero podría haberte
comprado uno eléctrico.- Es que esas cosas me sacan de quicio, me gusta la fotografía de la naturaleza, creo que se puede entender. Me mira sin saber que decir y rapidamente cambia de tema.
-Brigit me ha dicho que aún no tienes acompañante para el baile. Yo me podría ofrecer a llevarte.- Suelta una de sus sonrisas arrogantes, esas que me ponen enferma. A parte, ¿qué cree? ¿que me muero por él? ¿qué es un orgullo que me lo haya dicho?. ¡Me rio en su cara!
-No voy a ir, así que no hace falta que te ofrezcas a nada.- El tema quedó medio zanjado porque llegamos al restaurante, pero yo sabía que a lo largo de la noche lo iba a volver a sacar.
La cena trancurrió de forma un tanto extraña, al menos para mí, apenas cené nada ya que tenía que estar más atenta de que Tom no me metiera mano por debajo de la mesa. Intentaba mandarle indirectas a Brigit pero esta noche estaba claro que pasaría olimpicamente de mí. Una vez más siento la mano de Tom en mi rodilla lista para subir por el muslo, me levanto de la mesa y con un tono molesto digo.
-Tengo que ir un momento al baño, ahora vuelvo.
-¿Te encuentras bien?.- Pregunta Brigit mirándome por primera vez en toda la noche. Asiento fingiendo una sonrisa.
-¿Necesitas que te acompañe?.- Pregunta Tom con su sonrisa arrogante.
-¡Sí! ¿Quieres pasarme el papel para cuando termine de mear?.- Suelto un bufido y me alejo hacia el baño antes de que me pueda preguntar algo más.
Al llegar al baño no hago absolutamnte nada, solo observarme frente al espejo y preguntarme ¿por qué estoy haciendo esto? ¿por una amiga?. Sí, vale, es mi mejor amiga, pero joder, yo no tengo porque estar aguantando que un tio me quiera meter mano a cada dos minutos, ¡es que no vamos!. Abro el grifo y me mojo la manos llevándolas a la nuca, es más, voy a ir a ese baile con el chico que quiero, no sé como lo voy a conseguir. Pero voy a ir a la fiesta con él. Con Zayn Malik.
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