sábado, 26 de octubre de 2013

Capítulo 25.

Narra Ruth.

Miércoles por la tarde, me dirijo hacia la peluquería para trabajar. Desde el domingo que Niall me pidió salir no le había vuelto a ver ya que estaban con entrevistas y empezaban los ensayos del tour, le echo mucho de menos pero lo entiendo ya que es su sueño y a parte hablamos todos los días.

-Buenas.- Saludo al atravesar la puerta de la peluquería, dejo el bolso en el perchero y veo salir del cuarto a la dueña del local, seria, enfadada, pero a la vez triste.- ¿Ha pasado algo?.- Pregunto preocupada, ya que ella siempre es muy optimista y alegre.

-Verás Ru.- Siempre me llama así.- Esto se acabó, cerramos bonita.- Me quedo mirando un punto fijo sin inmutarme, ¿ya está?.

-¿Así, sin más?

-Cariño, sabes que esto ya no iba a ningún lado por mucho que quisiéramos renovarlo, no puedo pagarte, ni siquiera puedo pagarme a mí.- Muchas cosas pasaban por mi mente, como que le diría a Jade, pero sobre todo me daba pena por ella había puesto hasta su alma en este proyecto hasta los últimos meses ella se había quitado parte de su sueldo para poder pagarme a mí todo el sueldo.

-¿Qué va a pasar contigo?.

-Por mí no te preocupes, tengo un puesto en el restaurante de mi hermano, la pregunta es. ¿Qué va a pasar contigo?. ¿Qué le vas a decir a la chica esa?.- Se refería a Jade. No lo sabía, pero lo que si sabía es que ella no me iba a dejar en la calle, de eso estaba segura o bueno casi segura.

-No te preocupes, ya se me ocurrirá algo...

-Si necesitas ayuda ya sabes donde estoy, haré lo que pueda...- Con tal de que ella tenga un sueldo para sus hijos me daba por satisfecha.

-Lo haré.- Me acerco a ella, nos damos un cálido abrazo, miro a mi alrededor, todos los momentos que he pasado aquí y todo lo que me han enseñado en este lugar no tiene precio y nunca lo olvidaré.

Narra Zayn.

Por hoy, era suficiente, llevabamos toda la mañana con ensayos y después de comer de acá para allá con entrevistas, pero por fin, las ocho de la tarde y nos podíamos ir a casa. Después de despedirme de los chicos y el equipo, me monto en el coche y pongo rumbo para casa, un pitido, otro pitido, otro pitido...¡maldito Whatsapp!. Meto la mano en el bolsillo, ¿dónde está?, la meto más al fondo, ¡lo tengo!, lo saco echando el culo hacia arriba, lo desbloqueo. ¡No me lo puedo creer!, ya la dije que no quería nada, ¿por qué me haces esto Perrie?, leo el mensaje: ¿Podemos vernos?, no claro que no, bloqueo el teléfono y bajo la mirada para dejarlo en el asiento del copiloto. ¡Crack! ¡Pum!. Choque y caida, levanto la mirada, abro los ojos deseando que sea un sueño y bajo corriendo del coche hacia la chica.

-Ey, chica, ¿estás bien?.- La agarro de la nuca y la ayudo a sentarse. Gracias a Dios no la ha pasado nada.

-¿Dónde mirabas?. ¡Te has comido el stop!

-Lo siento, pero no deberías ir por la carretera con bici, es peligroso.

-Y tú no deberías ir a haciendo otras cosas que no sean estar atento de la carretera en el coche, es peligroso.- Dice haciéndome burla. Vale, tiene razón. Otra razón más por lo que Perrie no me trae más que problemas, ¡la podría haber matado!.

-Bueno, da igual. ¿Cómo te encuentras?.

-Me duele el tobillo, ¡madre mía, no puede ser!.- Dice mirándome, y ahora es cuando venía lo de eres Zayn Malik de One Direction, ¡aaaaaah!.- Mira como me has dejado la bici, está destrozada, pero lo peor no es eso, lo peor es la cazadora, ¡es Levis!, ¡fueron seis meses de paga!.- Mierda, craso error.

-Mueve el tobillo, no se te vaya a hinchar.

-Sí, sí, lo muevo, lo muevo. Vamos ayúdame a meter la bici en tu maletero, nos tenemos que ir.

-¿Cómo?.

-Oye, tú te has comido el stop, tú te has cargado mi bici y da gracias a que paso por alto lo de la cazadora. Vamos al polideportivo, tengo entreno y ya llego tarde.- La ayudo a meter la bici en el maletero confuso, totalmente desorientado, ¡está haciendo conmigo lo que quiere!. Se mete en el coche.

-Claro, pasa, pasa. No hay problema.- Digo con ironía. Arranco el coche y conduzco por donde me dice.

-Por cierto, soy Anne, encantada. Tú eres Zayn, no hace falta que te presentes.

-Vale, bueno pues igualmente. Ahora si no te importa quita los pies del asiento, luego se queda la marca y lo tengo que limpiar.- Suelta un bufido y quita los pies.

-Hemos llegado, mira aparca....¡ahí, ahí!.

-Vale, bueno pues hasta otra Anne.

-Já. Vamos, tienes que entrar, después me tienes que llevar a casa, está a una hora y media de aquí y no tengo suficiente para un taxi. No querrás que te denuncie, imagínatelo.- Hace la forma en el aire como si estuviera haciendo una exclusiva.- Zayn Malik, denunciado por llevarse a una chica por medio...Estaría bien, ¿no?.

Vamos, que al final acabé aceptando por mi propio bien y ahora estoy sentado en las gradas mientras que ella y sus amigas, compañeras o lo que sean están haciendo entrenamiento de Volleyball, no lo hace mal la chica, tiene buenos movimientos. Bueno claro, contando que ella es la que más hace porque le da igual que esté aquí sentado y las demás no hacen más que mirarme y ponerme ojitos.


Narra Niall.

Llego a casa, bajo del coche y veo a una chica pelirroja sentada en la puerta de mi casa con las manos tapándose la cara, no es cualquier chica pelirroja, es mi chica pelirroja, ¿está llorando?, acelero el paso hasta ella y me pongo a su altura.

-Eh, eh pequeña, ¿qué pasa?.

-Ni...Ni...me...

-Vale, vamos, vamos para adentro.- La cojo del la cintura y la levanto abrazándola, nos acercamos a la puerta, busco las llaves y abro la puerta. La acompaño al sofá la ayudo a sentarse y me siento a su lado pasándola un brazo por los hombros y con el otro brazo la quito algunas lágrimas y la aparto algunos mechones. Silencio, es todo lo que había en toda la casa, solo se escuchan los sollozos de Ruth y eso me destroza por dentro, siento impotencia. Me mira e intenta sonreir y me echa el pelo hacia un lado.

-No te...no te preocupes cariño. Es una tontería, bueno, en realidad, no, no lo es. Me han echado Niall, ya no tengo trabajo. ¿Dónde voy a vivir ahora?. No tengo ningún lugar Niall, no sé que hacer.- Al oir eso me tranquilizo, a ver, es algo malo, pero podría ser muchísimo peor.

-No va a pasar nada...todo se va arreglar, te conseguiremos un trabajo, hablaremos con Jade y si necesitas dinero yo te puedo prestar, podemos hablar con tus padres y contarles que...- Me interrumpe.

-Mi padre está en la cárcel y mi madre falleció.- Dice de repente y del tirón, cosa que me cuesta asimilar.

-¿Có...cómo?.

Narra Anne.

-Las traías locas a todas, las tendrías que a ver visto en el vestuario, parecían gatas en celo.

-Baja los pies...

-¡Pareces mi padre!. A la izquierda Zayn.- Hace lo que le digo.- Bueno...hemos llegado...

-Bien...

-¿Sabes? Te daré mi número.- Quiero darle mi número pues se lo doy.- Eh, ¿juego bien al volley, verdad?.- Suelta una carcajada.

-Bueno, no entiendo mucho sobre ello, pero sí, lo haces bastante bien.

-Cuando empiece el torneo, te invitaré. Oye, ¿me das tu número?.

-No sé si debería, ya sabes, no te conozco...

-Ohh, vamos, que es lo pero que puede pasar ¿que lo cuelgue en internet?.

-Está bien, te lo daré. Pero ten cuidado con lo que haces, sé donde vives.- Reimos, nos despedimos y me bajo del coche subiendo al portal de mi casa.

Narra Niall.

Después de que me contara todo lo vivido, acabamos los dos llorando y al final en vez de consolarla yo a ella acabó consolándome ella a mí. Estabamos en el sofá mirando la tele y viendo nada, mientras que ella me acariciaba el pelo y yo el brazo, me tumbo con la cabeza en sus piernas y la miro desde abajo.

-¿Quieres quedarte?, mañana tengo que salir a las ocho y media , pero tú puedes quedarte hasta cuando quieras.

-¿Voy a dormir contigo?.

-Claro babe, ¿dónde si no?.

-Entonces vale.- Agacha la cabeza y me da un dulce beso volviendo la mirada a la pantalla.

Narra Jade.

Busco la chaqueta me la pongo rapidamente, cojo el paraguas, las llaves y el móvil y abro la puerta, cruzo la calle mirando hacia ambos lados con miedo y llamo al timbre. Vamos, vamos...la puerta se abre y deja ver a un Harry en calzoncillo y con el pelo alborotado, lo que me hace reir por dentro.

-¿Qué haces aquí?

-¿No lo oyes?. Es muy fuerte.

-Jade, es una tormenta, no el fin del mundo.

-Ya pero me da miedo estar en casa sola cuando hay tormenta y Ruth no tiene consideración, me ha dejado sola.- Suelta una carcajada y se hace a un lado para que pase, pasa detrás de mí y cierra la puerta.

-Dame un beso.- Dice cogiéndome de la muñeca para que le mire. Niego con la cabeza.

-¿Sabes que me has despertado y mañana tengo que irme pronto?, me debes un beso.- Me acerco a su mejilla y le doy un dulce beso.- Así no progresamos, ¿eeh?.

-Yo creo que sí.- Digo encojiéndome de hombros. Vaya si lo creo, cuanto más paso de él más quiere de mí y más se enamora. ¿Pero Jade qué dices?, eso es cruel. La mano de Harry por delante de mi cara hace que salga de mis pensamientos.

-Sube a mí habitación, yo dormiré en el sofá.- Dice señalándolo.

-Oye...Harry, no hace falta. No será la primera vez que dormimos juntos, mientras que no pase nada raro...

-¿Ves?. Así, sí progresamos.- Acaricia mi cabeza y subimos las escaleras los dos. Al llegar a su habitación se acuesta en su lado. Lado izquierdo y yo al otro lado, al lado de la ventana. Así para ver bien los rayos.

Creo que habían pasado diez minutos y yo aún seguía con los ojos como platos, no es que esté incómoda pero, tengo miedo y no es mi cama, bueno y también influye la persona que tengo al lado, me doy la vuelta para mirarle la espalda. ¿Por qué ahora de repente siento esto?, no me puedes hacer esto, tu y yo éramos uno. Mi cabeza y mi corazón hablando.

-¿No puedes dormir?.- Susurra sin darse la vuelta. ¡Qué susto!.

-No, no sé que me pasa.

-Pues está muy claro, te pongo nerviosa.- Se da la vuelta quedando en frente mía.

-Si tú lo dices...- Exactamente, es lo que me pasa.

-¿Qué tal con Zayn?.

-¿A qué viene eso ahora?.

-No sé, quiero saberlo.

-No sé, Harry. Estoy confusa ahora.- Hace una mueca con la boca, se acerca más a mí juntando su cabeza a mi cuello y dejando un beso en él.

-Duérmete pequeña.- Me pasa un brazo por encima y me quedo dormida sintiendo su respiración relajada en mi cuello.

Narra Anne.

-Buenos días.- Digo cuando llego a la cocina donde mis padres y mi hermano pequeño están sentados desayunando.

-Buenos días.- Contestan.

-Hija, si quieres podemos llevar la bici esta tarde cuando llegue de la oficina a arreglar.

-¡Hostias!.- Grito y después empiezo a toser porque el café se me ha ido para el otro lado.

-¡Niña esa boca!.

-Perdón mamá...La bici...eh...sí, me la he dejado en el maletero de aquel chico.- No le había dicho quien era el chico.

-Pues ya estás a por ella porque fue bien cara y seguro que tiene arreglo.- Bueno, guay, quedaré con él.

Narra Niall.

-Babe.- La acaricio el brazo.- Babe...me tengo que ir...- La beso la frente.

-No quiero que te vayas.- Me coje el cuello con sus manos y tira de mí hasta que nuestras narices quedan juntas.

-Yo.- La beso.- Tampoco.- La beso.- Quiero irme.- La doy un beso más largo.

-Cariño, ¿nos vamos a ver esta tarde?.

-Pues...no lo sé. ¿Quieres que quedemos para comer y después te vienes conmigo al estudio?.

-¡Vale, sí!.- La doy un último beso y me voy dejándola allí.

Narra Jade.

Lo de abrir los ojos, ver que Harry está a mi lado y levantar la sábana para mirar por debajo se estaba convirtiendo en una costumbre. Esta vez respiro aliviada, me despejo y me levanto para cojer mis cosas e ir a casa a prepararme.

-Ehh, ¿ a dónde vas?.- Me pregunta asomando la cabeza cuando estaba a punto de salir de la habitación.

-A mi casa, tengo que ir a clase, ¿tú no te tenías que ir?.

-Sí, espera que te acompaño abajo.- Se levanta sin ganas, le espero en la puerta y cuando está a mi altura me agarra de la cintura, me da un beso en la frente y me dice.- Buenos días.- He de reconocer que me he muerto por dentro, cuando menos me lo espero se vuelve cariñoso, adorable...- Oye, si quieres nos quedamos en la cama...- ¡Hala!. Ya la ha jodido.

-No te dura nada.- Pienso en voz alta.

-¿El qué?.

-¿Ehmm?. Nada, nada.

-Vale...¿quieres desayunar?.

-No Harry, gracias. Me tengo que ir ya.

-Bueno, pues me debes una cita.

-Sí, venga, lo que tu digas, campeón.

Abro la puerta de casa, voy a salir pero me para diciéndome.

-Te olvidas de algo.

-No, lo he cogido todo.- Le vacilo.

-Ya, pues otra cosa.

-No Harry, no me olvido de nada.- Salgo andando pero él detrás mía, me coje, me da la vuelta y me dice.

-No te voy a soltar hasta que lo hagas.

-Genial, pues nos quedamos aquí todo el día.

-Por mí ya ves tú, yo estoy muy cómodo.- Apoya su barbilla en mi hombro.

-Ay...venga Harry, suéltame.- Le empujo poniéndole las manos en el pecho pero no surge efecto.

-Ay...Harry.- Dice intentando imitarme.- Pareces una niña pequeña.

-No me hartes. ¿Qué pasa?. ¿Qué siempre tiene que ser lo que tú digas?.

-No te creas...tú tampoco das tu brazo a torcer.

-¡Aggh!.- Me acerco a él, le voy a dar un beso en la mejilla, pero gira un poco la cara y acaba siendo em la comisura de los labios.

-Así me gusta, ya se puede ir la señorita.- Empiezo a andar hasta la puerta con paso firme y cuando voy a entrar me grita.

-¿A qué hora sales?.

-No te importa.- Le respondo con el mismo tono.

-Vale, me enteraré de todas formas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario