Narra Ruth.
Abril, y con ello la primavera se iba notando más cada día, aunque fuera lunes estaba feliz, creo que en parte por el rato que pasé ayer con Niall, no hicimos gran cosa, sólo dar un paseo, pero para mí fue más que suficiente.
-¿Dónde vas?.- Me pregunta Jade cuando me ve en la cocina y ve que estoy preparada para salir.
-A correr, tú vas a clase, ¿no?.- Asiente.- Vale, luego te veo y no le des vueltas a lo que me contaste ayer que te conozco.
-No...Por cierto antes de ir a clase voy a ir con Danielle a desayunar, ¿te quieres venir?
-Mm...mm...- Digo negando.- Paso a por ti después para ir a comer, ¿vale?.
-Vale, hasta luego.
Voy hasta Hyde Park andando y allí empiezo a correr, me pongo los cascos y lentamente me evado del mundo real; el sol me da en la cara, pero no es molesto es más estos días se agradecen ya que no se suelen ver mucho, al torcer la esquina siento un gran impacto en el pecho y me caigo hacia atrás, acabando en el suelo y con la cabeza dándome vueltas. Cuando me quiero dar cuenta tengo a un lado un perro lamiéndome la mejilla y al otro un chico dádome con la mano, me levanto lentamente, él hace amago de ayudarme, pero no lo dejo.
-¿Estás bien?.- Me pregunta. Es alto, con el pelo negro y los ojos claros, no me da tiempo a fijarme en más.
-¿Eres tonto?. Estaba en el suelo, ¿cómo iba a estar bien?
-Bueno es lo que se suele preguntar.- Bueno, señores aquí llegó el graciosillo de turno.
-Ahm, claro, ¿y que hay de la disculpa?.
-Oye, que eres tú la que venía corriendo, ¿sabes que casi le das una patada a Ruth?.- Dice señalando el perro que hasta hace unos instantes me estaba llenando la cara de babas.
-¡¿Tú estás loco?!...Ya le puedes estar cambiando el nombre al perro, aviso...
-¿Por qué si se puede saber?.- Dice mientras acaricia al perro.
-Porque yo me llamo así y no quiero que un perro tenga mi nombre.
-Es una perra.
-Vale, pues una perra, ¡cámbialo!, ¿vale...?- Le apunto con el dedo índice.
-George.
-¿Vale? George de la jungla. Un placer, adiós.- Vuelvo a empezar a correr, hasta que siento que dos personas me siguen, me giro sin dejar de correr, error, una persona y una perra. Aumento el ritmo, me doy la vuelta, los tengo pisándome los talones, vuelvo a aumentar el ritmo, pero llega un momento en el que me tengo que parar y sentarme en el banco más cercano.
-Es...táis....en...for...ma, ¿eh...?
-No puedo decir lo mismo..hahaha.- Le ignoro y empiezo a hablar con la perra.
-Tocaya, ¿cómo le aguantas?.- Le acaricio la cabeza.- Abandónale y búscate otro dueño mejor.
-No creas que no lo ha intentado, las Ruth sois mucho Ruth hahaha
-Mira que bien se lo pasa el imbécil este riéndose de nosotras.- Me levanto y le revuelvo el pelo.
-Ehh, la perra es ella no yo.- Dice peinándose con los dedos como puede.
-A ver, ¿qué quieres?.- Me mira con cara de no entender.- Te recuerdo que eras tú el que me seguías.
-¡Ah! ¡Eso!. ¿Quedamos un día?.
-Mmm...eres claro...espera que me lo piense...no.- Me levanto y echo a andar en dirección a casa. George me sigue y a este le sigue la perra.
-Se puede decir más alto pero no mas claro, ¿por qué?.
-Porque no me interesas, pero si quieres quedo con Luna.
-Al final vas a hacer que llore, ¿Luna?.
-Sí, ahora Ruth es Luna porque yo lo digo. Y ahora sí, me voy.- Veo que escribe algo en un papel y después me lo da, su número.
-Por si cambias de opinión.
-No creo, soy de ideas fijas, pero me lo quedaré. Adiós George de la jungla.
-¡Adiós nombre de perro!.- Levanto el brazo izquierdo por encima de la cabeza sacándole el dedo corazón, oigo como se ríe y me río.
Narra Jade.
-Dice Eleanor que si quedamos hoy las cuatro para comer, ¿qué la digo?.- Me dice Danielle mientras nos cambiamos para ir a clase en el vestuario.
-Por mí bien y por Ruth también porque me dijo que vendría a por mí para ir a comer.
-Vale, pues la digo que a la salida todas aquí.
Después de clase nos vestimos y salimos afuera a esperar a la demás, cuando llegaron nos fuimos en mi coche a un restaurante.
-¡Oh, vamos!. Él parece una humeante taza de chocolate y tú un churro recién frito, vamos que estáis hecho el uno pare el otro.- Dice Ruth a Danielle entre las risas de todas.
-Sí, pero Liam y yo también hemos tenido nuestros malos momentos.
-Lo que daría yo porque una persona me quisiera la mitad de lo que te quiere a ti Liam...
-¡Si no lo hay es porque no quieres!.- Me dicen las tres a la vez, yo miro alrededor del restaurante y acto seguido bajo la cabeza al plato.
-¿Ellas también lo saben?.
-Sí, Eleanor. A Ruth se lo conté ayer por la noche y a Dani esta mañana. Bueno, cambiando de tema , ¿qué pasa contigo y con Niall?.- Miro a Ruth, la cual me manda una mirada odiosa. Pero ahora le toca a ella que la den el coñazo.
-Pues...estamos como amigos, nos conocemos de hace nada...a parte yo nunca he tenido una relación seria y con él quiero hacer las cosas bien.
-¿Nunca, nunca?.- Pregunta Danielle
-No, mi madre me enseñó a ser independiente y a no necesitar el apoyo de nadie.
-Pero, ¿te gusta?.- Pregunta Eleanor mientras escribe algo en su móvil.
-A ver, no sé, hay algo, pero es pronto. ¡Y hablemos de otra cosa!
Después de un rato hablando de otras cosas y comiendo, nos despedimos. Ruth y yo teníamos que ir a trabajar, Ell tenía que estudiar y Danielle tenía unos ensaños.
Narra Ruth.
Londres, después de comer como que no es muy transcurrido y menos si no es el centro, no me hacía mucha gracia ir por allí, asi que iba al ritmo más elevado que podía, llegaba un momento que ni mis piernas reaccionaban, pero yo seguía aumentando. Me quedaban dos calles para llegar a la peluquería, cuando alguien más bien fuerte, me cogió del brazo y tiró de mí hacia el callejón, yo instintivamente me puse a llorar, pensaba en gritar, echar a correr o pegarlo pero no podía, solo podía sentir como las lágrimas caían por mis mejillas.
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