sábado, 14 de septiembre de 2013

Capítulo 1.

"Mamá, ya estoy en la puerta, he llegado bien. Estoy esperando a que venga el camión con la mudanza."

Sí, me cambio de casa ¡por fin!, me voy a vivir sola, mis padres me lo han permitido siempre y cuando vaya al trabajo que ellos mismos han buscado para mí. Mi padre me lo lleva dando todo dieciocho años y la verdad no se vive mal, pero ya es hora de que consiga las cosas por mí. Me llamo Jade, tengo dieciocho años, soy de estatura media, castaña con reflejos rubios y ojos entre verdes y marrones.
Mi personalidad es un tanto extraña, la gente me dice que tengo cambios de humor muy bruscos y la verdad tienen un poco de razón, tengo mucho carácter, no dejo que nadie me pise, me cuesta mucho confiar en las personas.

-Buenos días, traemos las cajas de la mudanza.- dijo un hombre de mediana edad con el uniforme de la empresa de mi padre. Mi padre tiene varias empresas.

-Buenos días, ir pasando por aquí por favor.

-Emm... me temo que no, nos han dado órdenes de que no podemos entrar más allá de la puerta...

-¿Quién ha sido? ¿mi hermana? ¿mi padre?- Me estaba empezando a cabrear.

-Verás entre tú y yo... por lo que se ve tu hermana convenció a tu padre... yo solo cumplo órdenes y nos tenemos que ir ya asi qué lo siento mucho pero nos vamos.

Terminaron de sacar las cajas, se metieron en el camión y se fueron. Y allí estaba yo como con unas cuarenta cajas puesta en la acera de la calle y sin saber como iba a meter todo eso en casa. Joder, yo bailo, no hago pesas. Maldita Tracy. Es mi hermana, la preferida, la perfecta, con su carrera de derecho, su novio, su trabajo, su casa.
Nunca encajamos, yo pasaba de todo y ella hacía todo lo posible por superar a los demás y hacerme imposible la existencia.

Me dispuse acoger una de las cajas, como pesaba la condenada, y la dejé en la encimera de la cocina. Así hasta que dejé cinco. Sólo llevaba cinco y no podía más con mi cuerpo, pero no podía darle  ese gusto a mi hermana. vuelvo a salir a por otra caja cuando veo llegar un Range rover sport y baja un chico con pelo rizado, ojos verdes, delgado y alto. A mí ese chico me sonaba pero, ¿de qué?.

¡Jade ya! te estas quedando embobada en un tío que seguramente sea un superficial y un creido, coje una caja y metela en casa que aún te queda mucho.
Bajo la vista a otra caja, la cojo, levanto la vista y lo veo enfrente mira sonriendo, lo miro a los ojos, él me mira a mí. Si cree que me va a intimidar, lo lleva claro.

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