Capítulo 46.

Narra Anne.

Cuando me despierto tengo un dolor de cabeza terrible y el cuerpo totalmente entumecido, me estiro lentamente. Miro a mi alrededor, estoy en mi cama y con mi pijama puesto, recuerdo lo de ayer y las lágrimas vuelven a mí. ¡Zayn! ¿dónde está?. Él debió dejarme aquí porque yo recuerdo estar en el salón. Oigo a mi madre desde abajo, no entiendo nada de lo que ha pasado las últimas seis horas. Me siento en la cama y veo una nota en la mesilla.

Me he ido a casa cuando tus padres han vuelto a casa, les he dicho que habías bebido de más y por eso me he quedado contigo. Cuando estés mejor llámame, tengo una cosa para ti.
Zayn xx

¿Una cosa para mí?. Me levanto y voy al baño, me miro al espejo. ¡Jesús! ¿en serio?, no recuerdo haber ido a una fiesta de Halloween. Abro el grifo de la ducha y me doy una larga y  relajante ducha, creo que en algún momento lloro, ni siquiera lo controlo pero no me importa siempre y cuando esté sola. Cuando termino y me visto bajo al salón, todos están allí y los tres me miran en cuanto aparezco.

-Buenas tardes.- Dice mi padre con gesto serio.

-Cariño unas cosa es que te lo pases bien y otra muy diferente es pasarse de tal forma.- Estuve durante media hora escuchando los gritos de mi padre, llegó un momento en el que no escuchaba más allá de un grito constante, hasta que vino lo del castigo, eso sí que lo entendí bien. Ni más ni menos que dos semanas sin poder salir más tarde de las siete y encima tenía que dar gracias.

Cuando voy a la cocina mi madre está allí preparándome algo de comer, cuando me ve pasar y sentarme en la mesa se sienta conmigo.

-Cariño, ¿Zayn te ha obligado a algo que no querías?.- Oh Dios...

-No, mamá te lo juro él no es el problema.

-Te creo cielo, pero lo que no me creo es que solo haya sido beber de más. Yo vi la cara de aquel chico cuando salió de la habitación diciendo que habías bebido de más, era como si el mundo se fuera a acabar porque hubieses bebido. Tenía miedo en el rostro, las manos le temblaban y quería quedarse a cuidarte. Hay algo más, ¿verdad?

-Mamá...- Acto seguido me pongo a llorar como una niña pequeña, intento controlarme pero no puedo. Se acerca a mí y me abraza con todas sus fuerzas, creo que ella también ha empezado a llorar.- ¿Te acuerdas de Tom?.- Digo cuando ambas no hemos relajdo un poco.

-Sí, cielo. ¿Qué pasa con ese chico?.

-Estaba con Zayn y discutí con él, salí de allí corriendo y al llegar a esta zona allí estaba él...- Empiezo a llorar de nuevo. Que cansancio por favor. Miro a mi madre que me mira con la cara desencajada.

-¡No es cierto!

-Shhh...mamá, no llego a nada te lo prometo, en cuanto pude salí de allí, no ocurrió nada...

-Hija...- Me vuelve a abrazar y no pregunta nada más. Pasamos abrazadas un buen rato, eso me reconforta. No me pregunta nada más y lo cierto es que lo agradezco porque no quiero llorar más. Después como algo con ella a mi lado y cuando acabo le pido que salgamos a algún lado porque la casa se me hace enorme. Nos dedicamos casi toda la tarde a pasear por el centro y después nos sentamos en un bar.

-¿Has hablado con Zayn?.- Me pregunta. Zayn, se me había olvidado por completo, no tengo fuerzas para hablar con él.

-No ya lo llamaré...- Ella asiente.

-Mañana iremos a la policía y pondremos una denuncia.

-No, mamá no por favor. Vamos a dejarlo pasar, no quiero removerlo más, yo sé que él no lo va a volver a hacer. Quiero olvidarlo y si ponemos una denuncia me van a hacer un montón de preguntas sobre él y sobre esa noche y no puedo más, mamá por favor.- Ella asiente y toma un trago de su bebida. Gracias, gracias y más gracias.

-Falta poco para el veintiocho de Agosto. ¿Qué quieres por tu cumple?

-Mmm...no sé...

-Bueno aún tienes casi dos semana, puedes pensarlo.- Me dice sonriendo.

Narra Niall.

-Como se te ocurra llamar al timbre atente a las consecuencias.- Mierda, mierda, mierda...

-¡Jade, ven aquí!.- La llama Harry desde la otra acera.

-Te lo juro Niall. Ella no quiere verte, vete.

-Jade...por favor...

-¿La quieres?.- Respiro con dificultad y asiento.- Pues lárgate.

-¿Por qué me tratas así?. Qué yo sepa no he hecho absolutamente nada, salvo intentar hablar con ella.

-¿Te recuerdo que está embarazada?.- Susurra. Me paso ambas manos por el pelo soltando un largo suspiro.

-¿El bebé es mío?. Dime la verdad Jade, dímelo y me voy. No vuelvo a buscarla jamás.

-Niall...- Pero antes de que pueda decir nada la puerta se abre y deja ver a esa chica con el pelo pelirrojo y su pequeña tripa de embarazada. No tiene el gesto muy alegre y lleva el pijama puesto pero aún así me parece que está preciosa. Sonrío levemente, ella me mira con los ojos abiertos sin poder pronunciar palabra. Me sudan las manos, quiero abrazarla.

-¿Estás bien?.- Pregunta su amiga.

-S-sí...es-estaba durmiendo...

-Es normal, mi hermano me dijo que las embarazadas duermen mucho. ¿Has comido?.- Pregunto, niega con la cabeza sin parpadear y sin dejar de mirarme.- Tienes que comer, Ruth.

-¿Qué hace él aquí?.- Pregunta girando la cabeza hacia Jade.

-No sé, yo acabo de llegar con Harry.- Se vuelve buscándole pero no está.- Mierda...- Susurra.- Él ya estaba aquí, quiere hablar contigo.

-Yo no quiero.

-Ya lo sé, le he dicho que se vaya, pero Ruth no hay manera.- Me mira y debo tener una cara terrible, porque milagrosamente me intenta ayudar.- Tal vez, si hablaras con él, se iría...

-Sólo quiero saber como estás Ruth.- Murmuro. Vuelve a mirarme y después a Jade. Hace un pequeño puchero.- Mierda, no Ruth, por favor no llores.- Doy un paso hacia ella pero retrocede.

-Ahora vuelvo, voy a ver que ha pasado con Harry.- Susurra Jade alejándose. Ambos nos quedamos en silencio, ella mira sus pies y yo la miro a ella.

-¿Ya sabes si va a ser una niña o un niño?.- Sé que aún no se puede saber pero quiero que me diga algo.

-Sabes que no, Niall. ¿Qué quieres?.

-Sólo hablar contigo, únicamente te pido diez minutos y después si quieres desaparezco. Lo prometo.- Me mira a los ojos y todo mi cuerpo se queda tenso, o dice algo ya o la voy a tener que besar.